El tónico con ajenjo y madecassoside confiere a la piel un complejo efecto antibacteriano, cicatrizante, calmante y rejuvenecedor. El ajenjo recibe su nombre botánico artemisia de la artemisinina, un terpeno orgánico. Es por esta sustancia que el ajenjo se valora en medicina y cosmetología. Los extractos de ajenjo son conocidos por sus cualidades antibacterianas, antiinflamatorias, cicatrizantes e hidratantes. Además, el ajenjo aporta a la piel una barrera protectora y activa el crecimiento del vello, aunque no creo que pueda provocar el crecimiento del vello facial. El ajenjo también tiene un buen efecto sobre la tez, eliminando la opacidad y la fatiga. Madecassoside actúa en puntos calientes, extinguiendo focos de inflamación y controlando la inflamación de cualquier tamaño, desde microinflamaciones hasta daños graves a la integridad de la piel. Además, su acción está dirigida a activar los fibroblastos, estimular la síntesis de colágeno, así como regenerar la epidermis, lo que conduce a una disminución de la profundidad de las arrugas y un efecto antienvejecimiento global. El tónico en sí viene en una botella de plástico duro mate con tapa. Es de color rosado, casi no huele, de textura ligeramente viscosa, amarga en la lengua. No tiene un efecto instantáneo brillante, pero el efecto acumulativo es muy claro y persistente, y se manifiesta en la mejora del estado de la piel: la inflamación y el enrojecimiento desaparecen gradualmente, la piel se vuelve más suave y elástica. La botella es grande y dura mucho tiempo.
